El "Niño malo del tablao" dijo durante una entrevista con The Associated Press que le gustaría poder iniciar una gira por el continente americano, "de arriba abajo", a finales de febrero, empezando por Estados Unidos y bajando hacia México y Centroamérica hasta llegar al Cono Sur.
"Sería una gira de unos 30 o 40 conciertos", dijo Cortés el viernes. "Creo que éste es el momento de regresar fuerte y empezar a abrir el mercado (americano) y hacer una gran gira, empezando por Estados Unidos y acabando en Latinoamérica".
Cortés planea visitar Nueva York en octubre para ir calentando los motores de la gira y presentar "Calé", un montaje que repasa sus dos décadas en los escenarios.
El bailarín, de 41 años, actuará el 12, 13, 14, 15 y 17 de octubre en Manhattan Center's Hammerstein Ballroom de la Gran Manzana. La superproducción incluye a ocho bailarinas y 16 músicos y pretende ser una especie de rompecabezas de todos sus trabajos anteriores: desde "Cibayí" (1992) hasta "Pasión Gitana" (1995), "Live" (2001) y "Mi Soledad" (2006).
"Mi flamenco es particular. Es un estilo propio y original, porque es una mezcla", dijo Cortés. "Para mí, han pasado cerca de 20 años. Es una historia propia y personal, un viaje dentro de la música y la danza".
Cortés dijo que este año presenta una versión más "madura" y "completa" de "Calé", el cual ya mostró a los estadounidenses el año pasado.
"Calé ha madurado, ha evolucionado, en cuestión musical y coreográfica", dijo Cortés. "Para mí está mucho más completo ahora que el año pasado. Ya tiene rodaje de un año y ha crecido. Ha cambiado bastante, lo importante es que el público de Nueva York lo disfrute".
El espectáculo de casi dos horas muestra la electrizante mezcla de estilos que ha definido a Cortés durante años: la fusión del flamenco con la danza contemporánea, la danza moderna o el ballet clásico. El montaje, que también usa la proyección de imágenes y una poderosa escenografía, ha sido comparado con una experiencia teatral.
Cortés, considerado durante años el "enfant terrible" de la danza por su amor a la innovación, quiso destacar que no adaptó el espectáculo a los gustos de Estados Unidos.
"La obra se ha de hacer igual para todos los públicos", dijo Cortés. "El flamenco es universal. Es una fusión que tiene cabida en todo el mundo".
Nacido en Córdoba, Andalucía, en 1969, Cortés empezó a bailar a los 12 años. Tres años después se incorporó al Ballet Nacional, realizando giras por todo el mundo y llamando la atención de famosos bailarines como Maya Plisetskaya o Peter Schauffuss.
En 1992 creó su propia compañía y su primer espectáculo, "Cibayí", se presentó en Japón, Francia, Italia, Venezuela y Estados Unidos. Sin embargo, no fue sino hasta 1995 que alcanzó la fama internacional con "Pasión Gitana", un espectáculo que abarrotó estadios y fue visto por más de un millón de espectadores.
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