Sin embargo, ella lo que encuentra es un nuevo amor y lo hace gracias a uno de los misterios más románticos de esta ciudad italiana: el muro del patio de Julieta. Allí, donde se supone que vivió la heroína de la inmortal obra de Shakespeare, dejan sus cartas de enamorados de todo el mundo.
Desde la década de los treinta, hasta Verona llegan cada año miles de turistas para entregar sus misivas de amor. Éstas no caen en saco roto ya que los volutarios del 'Club de Giuletta' se encargan de recogerlas.
Los productores, Caroline Kaplan y Ellen Barkin, quedaron muy intrigados por un álbum de Elvis Costello: 'The Juliet Letters'. En estas canciones se cuenta la historia de las cartas que todos los días 'recibe' Julieta. La idea les pareció tan romántica que decidieron impulsar el proyecto.
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