Nervios, mucha tensión acumulada y sobre todo, mucha risa temblorosa. El encuentro entre las tres afortunadas lectoras de Que.es y Dulce María, la ex componente de 'RBD' que debuta en solitario con su disco 'Extranjera', tuvo todos los ingredientes de un evento de los que se recuerdan para el resto de la vida. Al menos, tres de las cuatro protagonistas.
La cita tuvo lugar en el ME de Santa Ana, un céntrico hotel de Madrid en donde se agolpaban casi un centenar de seguidores de Dulce María, la mayoría chicas.
A la una en punto de la tarde, formalitas, arregladas (excepto María, recién sacada del colegio justo el día en que tenía Educación Física, contó a Qué.es entre risas) y cargadas de regalos, libros, CD's y otros presentes para Dulce María, Laura y Patricia entraron con Qué! al encuentro de su artista.
La seguridad del hotel las confundió varias veces con otras seguidoras, éstas sin acceso a la estrella, que se intentaron colar dentro del recinto. No pasó nada. Nada pudo impedir que conocieran a Dulce María.
El primer contacto tuvo lugar cuando la cantante mexicana se presentó en el hall del hotel para realizar una sesión de fotos. "Mira, mirá, ahí está", exclamaron las tres ganadoras, casi sin creérselo. Apenas a tres metros tenían a su ídolo, sonriente, con sombrero calado y chalequito negro. Vaqueros, botas, melena al viento... Dulce María estaba ahí.
Rápidamente, las tres desenfundaron sus cámaras de foto y sus móviles. Había que inmortalizar el momento, no sea que no tuvieran otra oportunidad. Pero sí que la tuvieron.
Apenas 15 minutos después de este primer contacto, en un reservado, Dulce María les esperaba con la mayor de sus sonrisas. Nerviosas por la emoción, Patricia, Laura y María entraron sonrientes, casi sin saber qué hacer. Dulce María rompió el hielo y se abrazó a ellas cariñosamente. Alguna de las chicas a punto estuvo de romper a llorar de la felicidad.
Un hada de Madrid a modo de regalo, la portada de su nuevo single, 'Inevitable', fotografías, cuadernos... todo de tipo de merchandising pasó por las manos de Dulce para que ella lo firmara. Y lo hizo. Con una sonrisa de oreja a oreja, muy profesional, y personalizando cada una de sus dedicatorias.
Y entre tanto, muchas fotos. De grupo, con cada una de ellas, nuevamente de grupo, ahora abrazadas, ahora separadas... casi parecía que Dulce María posaba para un nuevo 'book' como actriz. Pero acompañada por sus fans.
El encuentro no superó los 15 minutos. A las tres ganadoras les supo a poco, seguro, pero sus sonrisas al despedirse de Dulce lo decían todo. "Es la mejor del mundo, la más guapa, la más simpática, la que mejor canta y la que dice las cosas más bonitas", se decían la una a las otras mientras recordaban los mejores momentos vividos durante el encuentro.
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