Desde antes de salir coreaban su nombre, a pesar de que nunca había venido a Brasil. Si era posible que la gente de Sao Paulo se pusiera más frenética después de la potente actuación de Calle 13, esto sucedió con Pitbull durante su participación en el festival Telefonica Sonidos Mundo Latino.
Como todo un dandy, el cubano-americano apareció en el escenario: saco azul claro, camisa rosa, mascada azul, pantalón blanco y gafas oscuras.
Grandes y chicos, hombres y mujeres, que bailan sus temas desde hace meses en las discotecas de Brasil, se pusieron de nuevo en movimiento con los sencillos de este cantante de 29 años, con sus mezclas, las introducciones que hizo con canciones de Nirvana, Black Eyed Peas y hasta White Stipes, y los mambos y salsas clásicos en Latinoamérica que Pitbull intercaló en sus canciones.
Aquí se vio la influencia de este hombre de piel y ojos claros e incipiente barba rubia, que, sin necesidad de haber venido antes, ya tiene un lugar en el gusto musical de miles de brasileños, quienes llenaron al aforo de 6 mil personas en el Jockey Club de Sao Paulo.
No en balde las 80 millones de visitas que tiene “I know you want me (Calle 8)” en YouTube le han ayudado a ser conocido mundialmente, y tocar tanto en Europa como en América.
Esto sin hablar de la proyección internacional que le dio cantar el tema oficial de la mascota del Mundial Sudáfrica 2010, “Game on”, con el grupo sudafricano TKZee y el artista y productor británico Darío G, y que se escuchó en todos los partidos del evento.
Sin duda Pitbull es un gran animador que no para un minuto en escena ni deja que su público deje de bailar, como se vio durante el festival. Eso sí, jamás perdió el estilo y sólo se quitó la mascada azul cuando, después de unos 25 minutos, estaba empapado por su sudor.
“Culo”, “Ay, chico” y, por supuesto, “I know you want me”, se oyeron sin pausa y en medio de los movimientos sexys de cadera del cantante, quien al acercarse a sus fans movía la lengua frenéticamente o buscaba y recogía un brassier negro que una de ellas le había lanzado en medio de la excitación del momento. Esta desenfadada, atrevida y sexy figura en el escenario contrasta con la del Pitbull en el camerino, donde pocos minutos antes de su esperada actuación en Brasil habla con KIOSKO sobre Cuba y cómo se siente por ser considerado uno de los artistas latinos de mayor influencia, pues precisamente por eso hace unos días fue elegido por la empresa Kodak para ser imagen de una fuerte campaña publicitaria dirigida a los jóvenes.
¿Te gustaría hacer una fusión con la música brasileña o con algún artista en especial ahora que eres parte de este festival?
Sí. Con los artistas aquí todavía no he trabajado, pero sí he cogido algunas partes de las canciones de ellos, como “Rap de armas”, que es una canción bien grande en la calle para los brasileños; otra canción que se llama “Rap glamorosa”, que yo hice en (mi) disco en español, y que se lleva por título “Amorosa”.
Yo creo que Brasil y (la música) que yo hago en Miami, y lo que se ha hecho en Miami hace años, ya está en conexión, porque algunas cosas que se hacen acá son como la Miami base music de los años 88 y 89, y yo me he criado con eso.
Estás considerado el artista latino con mayor proyección internacional, ¿qué responsabilidad implica esto?
Que la gente diga que soy el latino más internacional o el que está cruzando culturas, para mí es algo muy grande. Estoy muy orgulloso por eso, pero es porque yo me he criado en Miami, donde hay tantas diferentes culturas, mexicanos, colombianos, haitianos, cubanos, boricuas dominicanos, jamaiquinos… Cuando creces con esas diferentes culturas, tu mente está abierta para la música y no dejas que te tiren en una esquina. Para todos los que me dicen que soy un latino exitoso, muchas gracias y ojalá que siga así.
Pablo Milanés dijo en el marco de este festival que pedía a los hermanos Fidel y Raúl Castro que dejen todo en orden en Cuba antes de morir, “con todas las libertades garantizadas y con los problemas económicos resueltos”. ¿Qué opinas de esto?
La transición en Cuba va a ser muy dura. Para mí esa isla es la cárcel más grande del mundo, pero cuando esa isla esté liberada va a ser algo muy grande, porque Cuba es un lugar a donde todo mundo puede entrar, si no es por México, es por EU o por Sudamérica. Es una isla bellísima que tiene mucho que darle al mundo entero. Si Castro no la deja en orden, sea Raúl o sea Fidel, está bien porque los cubanos la van a poner en orden.
¿Te gustaría tocar en Cuba?
¡Oh sí!, cuando caiga lo que caiga allá, cómo no, me encantaría. Si puedo, tocar con Gloria Stefan, con Emilio, con Willy Chirino y, no sé, ante una estatua de la reina de Cuba, Celia Cruz, que en paz descanse, sería un honor. Ojalá con la ayuda de Dios pueda pasar algún día.
Y mientras eso sucede, Pitbull demostró que, también en Brasil, es el rey de las pistas de baile.
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