Y es que Lady GaGa vive uno de los momentos más difíciles de su vida: la muerte de su abuelo.
El pasado lunes, Lady GaGa, y un círculo muy cercano de familiares y amigos, daban su último adiós a Giuseppe Germanotta con un funeral en New Jersey.
Lejos de sus trajes llenos de estridentes colores y sus modelos imposibles, Lady GaGa asistió de riguroso negro y sin ninguna concesión cromática.
A pesar de todos los problemas entre ambos, Luc Carl, el novio de Lady GaGa, no quiso dejarla sola y ofreció su apoyo y su compañía en un día tan difícil como éste.
El pasado domingo, Lady GaGa dejaba su mensaje de despedida para su abuelo en Twitter: "Tomando un perfecto Manhattan por mi chico perfecto. Te quiero, Guiseppe", escribía GaGa.
Un sentimiento especial por su abuelo que ya se había repetido en otras ocasiones. De hecho, en un concierto en Nottingham, Lady GaGa abría su corazón al público y reflejaba su difícil momento personal. "Nunca hablo de mi vida personal, pero mi abuelo está muy enfermo. Y no hago más que llorar todo el día y pensé que debería ser honesta y contaros lo que está pasando", afirmó.
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